La intimidad es sumamente importante en la vejez, es intemporal e implica algo más que el sexo. El contacto físico, los abrazos o tomarse de la mano aportan muchos elementos positivos para la salud y las relaciones en la vida de una persona mayor. Está demostrado que las personas mayores pueden disfrutar del sexo y de diversas actividades sexuales durante todo el tiempo que deseen Hay que conseguir que estén sexualmente satisfechos y disfruten de su sexualidad mucho después de la mediana edad.

Además, la sexualidad no sólo puede mejorar a medida que envejecemos, sino que también aporta muchos beneficios para la salud. Con la edad llega una mayor confianza en uno mismo, un mejor conocimiento de uno mismo y de sus deseos. Con la edad, llegamos a un punto en el que los hijos son adultos y la vida se hace más fácil, menos estresante, y hay más tiempo libre. Una actitud positiva y una mente abierta hacia la sexualidad conducen a una imagen corporal positiva renovada y a un sentido de uno mismo (Nurse Next Door Professional Home Care Services Inc., 2020).

Los investigadores han comprobado que la actividad sexual se asocia con un mayor bienestar en las personas mayores, y también se asocia con un mayor disfrute de la vida (Green, 2018).

En una amplia muestra representativa de personas mayores, se demostró que la actividad sexual y el sentimiento de cercanía emocional con la pareja durante la actividad sexual se asocian con un mayor disfrute de la vida tanto en hombres como en mujeres. Los hombres que tenían problemas sexuales o estaban preocupados por su vida sexual informaron sistemáticamente de niveles más bajos de disfrute de la vida. Estos resultados son muy importantes para los familiares, así como para el personal sanitario y los cuidadores, ya que ponen de manifiesto que las personas mayores no son asexuadas y que una vida sexual activa se asocia a un mayor bienestar general. Los profesionales sanitarios tienen la tarea de concienciar y educar a los ancianos sobre la importancia de la sexualidad, sobre la introducción de nuevas posturas sexuales y la exploración de distintos tipos de actividad sexual, y animarles a que la practiquen. Es importante participar en los debates sobre la sexualidad en la tercera edad, ya que sólo así se contribuiría a eliminar las falsas creencias sobre la actividad sexual en las personas mayores, de modo que sólo ellas podrían llevar una vida más satisfactoria. Las investigaciones demuestran que sería muy beneficioso que los médicos preguntaran regularmente a los pacientes geriátricos sobre su actividad sexual y les ofrecieran ayuda con los problemas sexuales (Smith, et al., 2019).