ethical aspects of elderly’s sexuality
Dentro de este tema, nos centramos en la importancia de los aspectos éticos de la sexualidad en la vejez, la importancia de los derechos éticos y los dilemas que surgen en el contexto de la expresión de la sexualidad de las personas mayores. Los dilemas éticos son más pronunciados cuando una persona mayor tiene capacidades cognitivas reducidas o está enferma.
Resultados del aprendizaje
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El concepto de ética sexual y el deterioro cognitivo
El personal de enfermería de las residencias de ancianos se enfrenta a menudo a dilemas éticos, especialmente en relación con los pacientes con demencia. Muchos informan de dificultades, confusión, vergüenza, impotencia, así como comentarios negativos cuando se encuentran con la sexualidad entre pacientes de distinto o del mismo sexo, entre pacientes y profesionales sanitarios, o entre pacientes y visitantes. La posición incómoda y la vergüenza relacionadas con la sexualidad se producen entre los profesionales sanitarios, los visitantes y los familiares. El resultado de todo esto es que los ancianos son tratados como niños y separados de sus parejas. Como consecuencia, los pacientes ancianos se muestran enfadados, incluso agresivos. El principal dilema que se plantean los profesionales sanitarios es cómo proteger al anciano y su dignidad y, al mismo tiempo, satisfacer su deseo de satisfacer sus necesidades sexuales (Ehrenfeld, Tabak, Bronner y Bergman, 1997).
Cuando tratamos los temas del comportamiento sexual de los residentes con demencia, tenemos en mente los derechos fundamentales de los pacientes. Dependiendo de cada país, las personas deben alcanzar una determinada edad de consentimiento para la actividad sexual. Esta es la edad a la que se presume que son capaces de consentir en ausencia de pruebas que demuestren lo contrario. En primer lugar, es necesario garantizar el derecho a una adaptación adecuada para las relaciones sexuales consentidas en el caso de los pacientes con demencia por respeto a las personas, a su autonomía y a su intimidad. En segundo lugar, es necesario tomar conciencia de que toda persona tiene derecho a no ser objeto de agresiones sexuales sin consentimiento. La mayor parte de los abusos sexuales, que implican contactos sexuales físicos no consentidos que no necesariamente constituyen un coito físico, se producen en residencias de ancianos e implican agresiones sexuales entre los propios residentes. Es imperativo que los gerentes de las residencias de ancianos sean conscientes de sus responsabilidades y de que están obligados a tomar medidas para reducir el riesgo de contactos sexuales no deseados que puedan desembocar en abusos. Dada la alta prevalencia de la demencia, es necesario introducir procedimientos para determinar la capacidad de consentimiento sexual de un adulto mayor con demencia. Estas realidades apuntan a un tercer derecho, el derecho a un proceso auténtico mediante el cual los profesionales evalúen la capacidad de consentimiento de las personas con demencia sexualmente activas (The society for post-acute and long-term care medicine, 2016).
Algunos datos:
Es muy importante darse cuenta de que la sexualidad es una parte fundamental de la naturaleza humana. Significa que las personas con discapacidades cognitivas experimentan la misma gama de pensamientos, actitudes, sentimientos, deseos, fantasías y actividades sexuales que cualquier otra persona. Sin embargo, para poder comprender y ser sexualmente activo en la medida de lo posible, todo el mundo debe tener la información adecuada desde la infancia.
La sexualidad incluye aspectos psicológicos, biológicos y sociales, pero lo cierto es que está influida por los valores y actitudes del individuo. También maduramos sexualmente durante la infancia y la adolescencia, y la sexualidad es una parte clave de la identidad de un individuo
Una sexualidad positiva debe basarse en una autoestima sana y en el respeto a los demás.
https://www.youtube.com/watch?v=jkOm1aKwl2E
(Alzheimer Society PKLNH, 2022)
Ética, sexualidad y vejez
La definición principal de ética o filosofía moral incluye la sistematización, defensa y recomendación de conceptos de comportamiento correcto e incorrecto (Parmar, 2021). La ética se ocupa de cuestiones de moralidad humana y de la definición de conceptos como el bien y el mal, lo correcto y lo incorrecto, la virtud y el vicio, la justicia y el delito (Flexner, 1993).
La disponibilidad de pareja desempeña un papel importante en la forma en que las personas mayores viven la sexualidad. plenitud. Es un hecho que las mujeres viven más que los hombres en todo el mundo. En consecuencia, los hombres mayores, a diferencia de las mujeres mayores, tienen muchas más oportunidades de tener pareja con el sexo opuesto y practicar la sexualidad (Carr, 2004). Aproximadamente cuatro de cada cinco mujeres mayores de setenta y cinco años no tienen parejas sexuales masculinas. Por el contrario, más del 60% de los hombres de este mismo grupo de edad tienen una pareja femenina. Esta diferencia tiene importantes consecuencias para la salud personal y pública. Con la llegada de los medicamentos de venta con receta que ayudan a los hombres a conseguir una erección (Viagra), los hombres mayores son más activos sexualmente. Los problemas de salud pública se agravan a medida que los hombres de más edad recurren a los servicios de prostitutas y transmiten enfermedades de transmisión sexual, incluido el VIH, a sus parejas de más edad (Nack, 2006).
Todo es aún más difícil para las personas mayores que padecen demencia. En un matrimonio en el que uno de los cónyuges sufre demencia, los dilemas morales y éticos surgen muy rápidamente. Lo que ocurre es que los cónyuges sanos abandonan el matrimonio cada vez con más frecuencia, porque no se sienten satisfechos emocionalmente, sus necesidades empiezan a crecer. Como resultado, debido a la enfermedad, los individuos sienten culpa, desaprobación de los miembros de la familia, amigos que no tienen el conocimiento y el sentido de cómo tratar a una persona con demencia (Wornell, 2014). Con el creciente número de instituciones que se ocupan de los pacientes con demencia, como las instituciones para la tercera edad, así como en el entorno del hogar, hay una línea borrosa entre la protección contra la negligencia y el abuso de los residentes, en particular aquellos con demencia (Wornell, 2014). Esto es especialmente evidente cuando se trata de la sexualidad en los cuidados de larga duración, y uno de los ejemplos de negligencia es la prohibición a los residentes de expresar su opinión y sexualidad. Asimismo, no preparar a los residentes para actividades sexuales no deseadas por parte de otros residentes vuelve a representar abuso. En este caso, el abuso puede producirse tanto por parte de un miembro del personal médico y de otro tipo o de otro residente a un simple caso de confusión de identidad en un paciente con demencia confundido.
También se plantea un dilema ético en el uso de fármacos para aumentar o disminuir el deseo sexual en la vejez. El estudio demostró que la actividad sexual disminuye con los años, pero aún continúa en las personas mayores de 50 años (Kalra, Subramanyam y Pinto, 2011). Los valores morales y culturales también son importantes en la sexualidad, lo que también puede alterar el proceso normal de la sexualidad en la vejez. Una mujer mayor sexualmente activa puede sentir que su expresión sexual es culturalmente inapropiada para su edad, por lo que puede pedir a su médico medicación para ayudar a reducir su deseo sexual. En este caso, surge un dilema ético para el médico, ya que respetar la autonomía del paciente tiene prioridad, pero recetar fármacos en la vejez también puede tener consecuencias negativas (Fujisawa y Sawada, 2004).
Presentaciones
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